Alejandro Gonzalez | 12:49

Proverbios de Sanidad - El mensajero fiel acarrea salud

El mal mensajero acarrea desgracia; Mas el mensajero fiel acarrea salud. Proverbios 13:17
Primeramente escribimos sobre la necesidad de "guardar su Palabra", luego sobre la importancia de aprender sabiduría, pues la "lengua de los sabios es medicina". Siguiendo con los Proverbios de Sanidad en este tercer capitulo trataremos sobre los tipos de mensajeros que son necesarios para que allá sanidad. 

En los dos casos anteriores ademas quedo en claro que solo se puede ser A o B. Bueno o malo. En fin Dios es claro y simple, mostrándonos que la complejidad intelectual solo es un invento de los seres humanos para relativizar lo malo, es decir hacer menos malo lo que no lo es.

Este proverbio que ahora trataremos sigue esa misma linea enseñándonos que existen dos clases de mensajeros, uno que trae buenas noticias y otro que no, se vista este como se vista y aparente ser lo que no fuera este último solo acrecentara el dolor.

¿Pero como podemos identificar que clase de mensajero esta delante nuestro? Es en este mismo axioma donde encontraremos la respuesta a esta pregunta, pues el malvado solo atraerá problemas, los acrecentara y mostrara en apariencia que todo va mejor pero la realidad sera que el enfermo estará hundiéndose mas y mas. Lo contrario es el mensajero fiel que si traerá la sanidad que necesitamos -la que primeramente comienza por la paz interior-.

El mensajero fiel hablara con la Palabra, se explayara en ella, sin esconder nada, ni hacerle decir lo que no quiere decir. Es decir no utilizara el doble mensaje, ni las medias verdades, solo hablara y comunicara lo que Dios dice en su Palabra. Simple y sencillo. En cambio el malvado busca su propia gloria, tanto económica como de rangos de autoridad y fama ante los demás.

Una de las cualidades que debe poseer el mensajero fiel es, el ser buen administrador "de los secretos de Dios" ( 1Co 4:1) "de los cuales fue hecho ministro para que anuncie cumplidamente la palabra de Dios" (Col 1:25-27). Es decir el buen mensajero tiene que saber escuchar la voz de Dios en oración y comunicar el la 'revelación' al destinatario sin temor.

Por ejemplo hace tiempo atrás el Señor mientras oraba por la sanidad de una señora me mostró en visión que debía meter mi mano en un corazón y empezar a pulsarlo (bombearlo). Así lo hice -aunque para los que me veían en la calle haciendo eso pareciese una locura-. Al llegar a la casa, la ambulancia estaba en la puerta, entre y me fui directo hacia donde estaba la mujer, la cual ya estaba subida a la camilla y cubierta de pies a cabeza -tipo mortaja-, pedí permiso, los camilleros se corrieron y descubrieron su cabeza. Toque su cabeza y le dije lo que Dios me había ordenado. Vi que no había respuesta. Me acerque a su oído y le hable a su 'espíritu humano': Espíritu de... 'nombre de la persona' (le dije), Dios te ha enviado tu sanidad y estamos orando por ti. Al momento abrió los ojos y vomito bilis. Luego supe que la mujer había resucitado.

A los dos días pude hablar con ella en terapia, me dijo que ella escucho mi voz cuando las figuras de sus padres (sabemos que esto no es así y que se trataban de demonios) la habían tomado ya de sus brazos. No obstante esta sanidad, la mujer luego abrió sus oídos al primer tipo de mensajeros que con artilugios como cintas o estampillas hicieron que la persona desmejorara pero eso sabemos que sucederá pues la guerra espiritual fue planteada.

Otro caso fue el de una chica con el tan de moda trastorno de 'Ataques de Pánico' (opresión demoníaca) aunque esto lo trataremos en unos de los artículos subsiguientes la joven escucho solo a los mensajeros fieles, se incluyo e impregno junto a ellos de la sana doctrina y fue libre completamente. Siendo hoy madre de dos hermosos hijos y una excelente esposa.
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