Alejandro Gonzalez | 13:41

Cuidado!!! No prometas a Dios lo que no vas a cumplir.

Cuando a Dios haces promesa, no tardes en cumplirla; porque él no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes. Mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas.
No dejes que tu boca te haga pecar, ni digas delante del ángel, que fue ignorancia. ¿Por qué harás que Dios se enoje a causa de tu voz, y que destruya la obra de tus manos? Donde abundan los sueños, también abundan las vanidades y las muchas palabras; mas tú, teme a Dios. (Eclesiastes 5:4-7)
Esta Palabra que muchas veces es dejada de lado nos habla a los hombres de las promesas que uno le hace a Dios apresuradamente y sin pensar al dejarse llevar por el corazón humano (de la abundancia del corazón habla la boca). 

Es decir que esa promesa que hemos expresado se encuentra relacionada íntimamente con los principios que cada uno tiene como persona, los cuales siempre están ligados a la visión y objetivos que poseemos. Un enfoque que si esta basado en los principios de Cristo de seguro nos guiara hacia la prosperidad de nuestra alma y por consiguiente de nuestro entorno físico. Sin embargo si esto no es así solo nos hundirá mas aun el pozo cenagoso de un mundo sin Dios.

Como podemos leer en primer versículo del quinto capitulo de Eclesiastes el 'predicador' nos introduce en el tema de como debemos comprometernos al empeñar nuestra palabra a Dios y así no caer en la mentira de realizar 'promesas vanas', algo que al Señor no le complace y nos caratula como insensatos -necios- ante él. 

Debemos tener en cuenta que en la actualidad cada uno de los cristianos (convertidos) somos el Templo del Espíritu Santo por lo que tenemos que cuidar como lo construimos es así que el Señor nos dice que abramos los oídos y cerremos la boca (no es lo mismo oír que escuchar) para meditar en lo que hablaremos. En fin al igual que el adagio popular Dios nos dice: "El hombre es esclavo de sus palabras y dueño de sus silencios". 

El Señor nos pide que no seamos como los necios. El necio es un pecador por su falta de conocimiento en y de Dios, y no reconoce su pecado porque es un practicante del mismo y al no reconocer a Dios hace promesas temerarias, productos del entremetimiento, de las emociones y de lo alejado que se encuentra de su Salvador. El hombre espiritual en cambio se alimenta del oír, y el oír la Palabra de Dios la cual nos añade sabiduría. El oír nos añade fe.

Es tal la importancia y el desagrado que le causan a Dios los necios que el Señor recalca que si hubieses caído en este pecado te es preferible el reconocer tu insensatez ante él que el atribuirlo a la ignorancia pues esto es no lo reconocerlo a él como Dios es no temerle (temer es respetar). Así cuando le hables a Dios y le prometas hacer algo, no tardes en cumplirlo, porque es fácil prometer pero no el cumplir.

Siempre pregúntate antes de hablar con tu prójimo ¿Cumplire?... no dejes que tu boca te convierta en pecador, vuélvete un hombre consecuente, un hombre de Dios, hecho a imagen y semejanza de él.

A imagen porque somos sus representantes, sus embajadores aquí en la tierra y a semejanza por que debemos ser cumplidores y hacedores de sus mandamientos y principios. El hombre consecuente cumple lo que dice porque reconoce el poder de la Palabra. No busquemos excusas a nuestras faltas, cumplamos de corazón al Dios de la Gloria. Aunque cueste el poder llevar una vida en santidad no perdamos el enfoque, no caigamos en la desesperación, no dejemos de luchar, ni nos auto-pongamos limites tales como "el no puedo o así soy yo". No perdamos la meta.

Si no cumplimos, si no terminamos la obra, Dios nada podrá hacer para que nuestras bendiciones continúen truncando e interrumpiendo la prosperidad que estamos recibiendo en las distintas áreas de nuestra vida -ser prospero significa caminar con la bendición de Dios-. (¡Cuidado por favor!) No nos confundamos, no le echemos la culpa a Dios por lo que dejamos de hacer y por ende por las circunstancias que deberemos vivir por nuestro accionar. Rompamos con la necedad que traemos y cumplamos con un corazón dispuesto.

por el Hno Franco Cardozo


¿Y tu que harás desde ahora?
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5 comments

  1. Este mensaje el cual edite para poder publicar en un medio visual como es la web fue compartido por el hermano Franco Cardozo el miercoles 2 de julio en el programa radial VIsion Vida 3 en la FM 89.5 'Tu Presencia'

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  3. Estimada Hermana:
    Aunque podríamos enumerar una gran cantidad de versículos que hablan sobre el tema en cuestión prefiero desde mi punto de vista -así como el apóstol Pablo también lo hizo- decirle que la Palabra escrita lo que nos pide es vestirnos sobriamente o decorosamente por lo que ponerse un poco de rubor o lápiz labial no nos hará ser mas o menos ante Dios. No obstante mientras como creyentes cristianos nos movamos dentro de los preceptos de Dios podemos hacer lo que nos mantenga en paz y firmes en la fe en nuestro Señor Jesucristo sin perder cuidado de nuestra salvación.
    El leer el capitulo 2 de la epístola a los Colosenses le traerá claridad sobre este tema.
    Basta mirar alrededor la gran cantidad de congregaciones cristianas con innumerables hermanos que tienen un corazón agradable y sincero -que son salvos como usted o yo-.
    Lo importante es siempre tener claro que Cristo es el único objetivo y si bajamos tan grande amor a la consecuencia de usos y costumbres estamos haciendo vano el sacrificio de Jesús en la cruz. El Señor la bendiga y le de paz a su corazón en la decisión que usted tome.
    Atentamente Alejandro Gonzalez.

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  4. Yq hacer cuando ya le hemos fallado y hemos roto promesas mas d una ves? Habra aun esperanza para nuestra alma? Si el resultado d eso ha sido la ausencia de cristi?

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    1. Solamente pedir perdón, arrepentirnos y continuar. Nuestro Señor Jesús siempre estará para abogar por nosotros ante el Padre.

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