Alejandro Gonzalez | 11:38

El ÉXITO por medio de las pruebas

En seguida Jesús hizo a sus discípulos entrar en la barca e ir delante de él a la otra ribera, entre tanto que él despedía a la multitud. Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo. Y ya la barca estaba en medio del mar, azotada por las olas; porque el viento era contrario.
Mas a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar. Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: ¡Un fantasma! Y dieron voces de miedo. Pero en seguida Jesús les habló, diciendo: ¡Tened ánimo; yo soy, no temáis!
Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas. Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús. Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame!
Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste? Y cuando ellos subieron en la barca, se calmó el viento. Entonces los que estaban en la barca vinieron y le adoraron, diciendo: Verdaderamente eres Hijo de Dios.
Y terminada la travesía, vinieron a tierra de Genesaret. (Mateo 14:22-34)


Nadie está libre de pruebas. Para ser realistas, usted está ahora o en una tormenta, o saliendo de una, o a punto de entrar en otra. Sin embargo, adoramos a un Dios misericordioso que nos bendice, especialmente en los períodos oscuros de la vida.

El pasaje de hoy habla de una noche tempestuosa en el mar de Galilea. Y en el presente, Cristo nos ofrece lo mismo que a sus discípulos en esa perturbadora situación.

• Primero, el Padre celestial da a los cristianos su presencia, y la promesa de que nunca los abandonará (He 13.5, 6). Este es, quizás, el mejor regalo, porque gracias a este conocimiento Él nos infunde consuelo, valor y confianza.

• Segundo, el Señor bendice a sus hijos con una vía de escape en medio de las dificultades. Él tiene todo el control de nuestras tormentas, y usará la prueba para llevar a cabo su propósito. Es posible que no lo entendamos, pero podemos confiar en que su mano nos guiará, y seremos bendecidos. 
A veces, la razón y el provecho de una dificultad se hacen evidentes, mientras que en otros casos no.

• Tercero, el Padre celestial da a los creyentes el potencial para crecer. 
Las dificultades son ocasiones para aprender a confiar en Dios y para conocerlo más a fondo tanto a Él como su poder y su amor.

Nadie se deleita con las pruebas. Pero recuerde expresar gratitud por la mano de Dios en su vida, y por la manera en que usará la adversidad para ayudarlo a ser todo lo que Dios tiene previsto para usted. Las pruebas son oportunidades para confiar en el Creador y conocerlo mejor.




Imprimir artículo

Sin comentarios

No hay comentarios. ¡Sé el primero!
Gracias por dejar tu comentario. Dentro de un rato podrás verlo. Bendiciones.