Alejandro Gonzalez | 18:06

Una manera de interpretar la Biblia y no morir en el intento - Hermeneutica

En este último tiempo las obligaciones me han sobrepasado y aunque estoy escribiendo otros artículos de mi autoria y prosiguiendo con el proyecto de tener un Nuevo Testamento de consulta con notas y otros datos de interés en el blog de Ministerio VCM he decidido aclarar en parte el tema de la interpretación bíblica u hermenéutica pues he leido y visto por las redes sociales verdaderos horrores que sorprenden y dejan absortos a cualquier sujeto social que en cierta manera le hacen honra al título de esta nota. (Además de comenzar la Campaña #OrandoPorTi que transforma cada día en una hermosura mi espíritu).

Asimismo debo aclarar que el texto siguiente son apuntes de estudio del IBCV el cual estoy cursando pero que por su claridad y simpleza en la explicación he utilizado como fuente informativa. "A diferencia de la Iglesia de Roma, las iglesias de la Reforma aceptaron el importante principio de que cada individuo tiene el derecho de investigar e interpretar por sí mismo la Palabra de Dios....", es así que los siervos de Dios que participaron activamente de la Reforma -como Lutero y Juan Calvino entre muchos otros-, no aceptaron la doctrina de que toda interpretación eclesiástica es, por sí misma, infalible y obligatoria de aceptar por todas las personas es decir que su veredicto es ex-catedra o de infalibilidad papal.

Los miembros de las iglesias protestantes por tanto "niegan que Dios haya constituido la Iglesia por medio de sus representantes -sacerdotes, pastores u autoridades-, como "intérpretes especiales" de la Palabra de Dios escrita, confirmando que cada cristiano posee el privilegio de estudiarla. indagarla e interpretarla por sí mismo, mas aun reconociendo que no solo se trata de una palabra logos (escrita) sino también rhema (revelada a la persona que la recibe o lee como es el caso de la las palabras dichas por el ángel Gabriel a María la madre de Jesús quien acepto que su embarazo era de Dios).

Esta posición de que cada cristiano puede y debe interpretar la Palabra se basa en los siguientes hechos y textos biblicos:

a) Deuteronomio 13:1-3; Juan 5:39; Gálatas 1:8-9.
b) En el hecho de que Dios declara que cada hombre es responsable de su propia fe y conducta.
c) En el hecho adicional de que la Sagrada Escritura no se dirige exclusivamente, ni aun principalmente, a los oficiales de la Iglesia, sino al pueblo que constituye la Iglesia de Dios.

Este principio también da a entender que la actitud del intérprete con respecto al objeto de estudio debe gozar de perfecta libertad. La Iglesia de Roma restringió sucesivamente esta libertad:

a) Por una traducción de la Biblia aprobada por la Iglesia.
b) Por la tradición, especialmente por el “Consensus omnium patrum” (el acuerdo de todos los Padres de la Iglesia).
c) Por las decisiones de los Concilios.
d) Por los fallos infalibles del Papa.

Por ultimo aunque es cierto que usted y yo somos libres de interpretar la Palabra no debemos confundir la libertad que tenemos con "libertinaje literario" pues no somos libres de las leyes inherentes al objeto de la interpretación de la Biblia y no tenemos el derecho de atribuirle nuestros pensamientos, creencias, hábitos y costumbres a los autores del texto sagrado (ejemplo de esto es la discusión de si la mujer puede o no usar pantalones o como escuche decir por ahi que la bicicleta era un vehiculo satanico porque en la epoca de Jesús no se usaba, algo totalmente absurdo y delirante). Siendo este ultimo principio sobre la interpretación reconocido en la actualidad por todos los eruditos y estudiosos de la Biblia.

(Fuente: Apunte Hermenéutica IBCV)



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